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EL SILENCIO NO EXISTE
EL SILENCIO NO EXISTE – DIRECTOR
Esta pieza propone una reflexión sobre los estímulos auditivos que se viven en la ciudad. ¿Qué es el silencio para un cuerpo atrapado en la dinámica de la vida actual? ¿Hasta donde nos afecta el ruido la capacidad de escuchar?
Sin tráfico, sin coches, sin personas que gritan en la calle, por uno u otro motivo.
La sensibilidad de la escucha afectada por tantos estímulos, que insensibilizan y “enceguecen” nuestros sentidos. Una mano externa al mundo del escenario se mueve y comunica con el cuerpo físico, buscando un nuevo lenguaje, a través la tecnología que la amplifica.
Aunque continúo a convencerme de lo bien que hace el silencio, también
puede ser insoportable y llenarnos de ansiedad. Lo que más me acerca al silencio es la voluntad de escuchar.
Este performance quiere profundizar en un nuevo lenguaje que integra la interacción del cuerpo con la tentcnología a través de la imagen y el sonido, incorporando la parte técnica, como un actor visible en la narración y donde el proceso creativo nace desde la improvisación colectiva, hasta generar una estructura dramática fija, en torno a la cual se desarrolla la narrativa.
La idea nace de varias reflexiones alrededor de lo que es en realidad el silencio.
Se utiliza como recurso narrativo la situación reciente de confinamiento global y la transformación de la densidad de los sonidos circundantes, la vida del individuo y de su soledad en relación a la desconexión con el entorno, con la no identificación y el desarraigo con una sociedad cada vez más desdibujada entre las obligaciones laborales y las restricciones sociales.
EL SILENCIO NO EXISTE
EL SILENCIO NO EXISTE – DIRECTOR
Esta pieza propone una reflexión sobre los estímulos auditivos que se viven en la ciudad. ¿Qué es el silencio para un cuerpo atrapado en la dinámica de la vida actual? ¿Hasta donde nos afecta el ruido la capacidad de escuchar?
Sin tráfico, sin coches, sin personas que gritan en la calle, por uno u otro motivo.
La sensibilidad de la escucha afectada por tantos estímulos, que insensibilizan y “enceguecen” nuestros sentidos. Una mano externa al mundo del escenario se mueve y comunica con el cuerpo físico, buscando un nuevo lenguaje, a través la tecnología que la amplifica.
Aunque continúo a convencerme de lo bien que hace el silencio, también
puede ser insoportable y llenarnos de ansiedad. Lo que más me acerca al silencio es la voluntad de escuchar.
Este performance quiere profundizar en un nuevo lenguaje que integra la interacción del cuerpo con la tentcnología a través de la imagen y el sonido, incorporando la parte técnica, como un actor visible en la narración y donde el proceso creativo nace desde la improvisación colectiva, hasta generar una estructura dramática fija, en torno a la cual se desarrolla la narrativa.
La idea nace de varias reflexiones alrededor de lo que es en realidad el silencio.
Se utiliza como recurso narrativo la situación reciente de confinamiento global y la transformación de la densidad de los sonidos circundantes, la vida del individuo y de su soledad en relación a la desconexión con el entorno, con la no identificación y el desarraigo con una sociedad cada vez más desdibujada entre las obligaciones laborales y las restricciones sociales.